El vínculo entre el colon y la columna vertebral

Este vínculo apenas se menciona en el contexto de las dolencias de la espalda.

Todos sabemos que si quieres mantener tu espalda, necesitas mantener tus músculos abdominales.

Pero nos olvidamos del colon, el gran ausente en el tratamiento de la espalda.

Como radiólogo, llevo 20 años utilizando radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas para diagnosticar todo tipo de patologías de la espalda, y ahora sé que para comprender mejor las dolencias de la espalda no basta con examinar la columna desde todos los ángulos. Tenemos que profundizar, y para encontrar las causas principales del dolor de columna, tenemos que mirar al colon. ¿Por qué? El 80% de los dolores de espalda son dolores crónicos (que no tienen nada que ver con la ciática o el lumbago) y están causados por afecciones médicas, principalmente errores nutricionales. Los errores que cometemos cada día, al no dar a nuestro cuerpo los alimentos que le son beneficiosos, conducen poco a poco a la intoxicación del colon, que a su vez intoxica la columna vertebral.

Esta intoxicación de la médula tiene dos nombres científicos: inflamación y acidosis metabólica.

Es comprensible que esta microinflamación crónica provoque dolor crónico. Y esta acidosis es como si cada día, a través de una dieta acidificante, fueras depositando microgotas de ácido (que quema) en tus ligamentos y discos vertebrales, que poco a poco te irán carcomiendo y causando dolor.

Por lo tanto, para corregir la mayoría de los dolores lumbares, necesitamos corregir nuestra nutrición y pasar gradualmente de una nutrición inflamatoria y acidificante a lo contrario.

Si padece dolor de espalda crónico, es mejor invertir en una alimentación sana que buscar a toda costa la causa en la columna vertebral.

Cambiar su dieta mejorará su salud general

Porque la medicina nutricional es transversal: pasar de una alimentación refinada y desvitalizada a una alimentación viva permitirá mejorar la salud de todos sus órganos: colon-columna, corazón, piel, cerebro, hormonas.

Para saber más: «N’ayez plus mal au dos!» y leer el libro«L’alimentation vivante, la 1ère médecine«.

Dr. Pascal Trotta

Antiguo interno en hospitales de París, radiólogo homeópata, nutricionista, acupuntor

www.dr-trotta.fr

31/03/2016