La menopausia no es una enfermedad. Se trata de la reducción de la secreción de hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona) a partir de los 50 años. Mientras que los hombres tienen una fertilidad continua desde la pubertad hasta aproximadamente el final de sus vidas, las mujeres tienen una fertilidad cíclica (cada 28 días) y temporal (desde la pubertad hasta los 50 años).

Para evitar que las mujeres se queden embarazadas a una edad avanzada, la naturaleza ha interrumpido benévolamente la secreción de hormonas de la fertilidad a los 50 años.

El problema es que este descenso de la secreción hormonal hace que muchas mujeres experimenten síntomas muy desagradables que los médicos denominan signos «simpáticos» de la menopausia, no es que sean simpáticos sino que reflejan una alteración del sistema neurovegetativo (simpático/parasimpático).

Los síntomas más frecuentes y desagradables de la menopausia son los sofocos: aparición repentina de una intensa sensación de calor en el pecho, el cuello y la cara, a menudo ascendente, con aparición de un enrojecimiento muy molesto seguido de la aparición de una sudoración muy desagradable. Aparecen sin previo aviso, de día o de noche, con predominio nocturno.

Otros síntomas concomitantes de la menopausia son el aumento de la irritabilidad y el nerviosismo, que pueden perturbar los contactos familiares y/o profesionales y, sobre todo, a la propia mujer. La caída de estrógenos y progesterona también debilita los huesos, provocandoosteoporosis, y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y retención de líquidos.

Durante todos mis años como médico, de 1981 a 1993, el único tratamiento que me enseñaron a utilizar para tratar estos síntomas de la menopausia era el equivalente químico hormonal de la píldora: a una mujer se le daba un comprimido al día durante 5 a 10 años después de la menopausia y esto parecía ser el tratamiento milagroso y la panacea para todos estos síntomas de la menopausia.

Nunca nos enseñaron homeopatía, acupuntura o fitoterapia para tratar esto.

Durante mis 20 años como radiólogo, en los que realicé muchas mamografías, me sorprendió ver el aumento del número de cánceres de mama. Los cánceres de mama se han multiplicado por 5 en 30 años y numerosos estudios estadounidenses y anglosajones (el famoso Million Study) han demostrado una relación causal entre la toma de la píldora y/o la terapia hormonal sustitutiva (THS) durante la menopausia y un mayor riesgo de cáncer de mama.

Las mujeres que han sido informadas de ello han dejado, con razón, de tomar tratamientos químicos para la menopausia.

Como la menopausia no es una enfermedad, no es necesario tomar medicamentos químicos para tratarla.

Es simplemente una etapa de transición con síntomas desagradables que pueden tratarse eficazmente con hierbas, homeopatía y acupuntura.

Por eso he seleccionado en MENODOCTA las plantas más eficaces para tratar sus síntomas menopáusicos de la forma más natural posible.

1 cápsula por la mañana y 1 cápsula por la noche antes de acostarse eliminarán la mayoría de los sofocos en un plazo de 3 semanas a 3 meses.

A quienes encarguen este complejo natural y lo soliciten por correo electrónico a info@dr-trotta, les ofreceré mi asesoramiento personalizado.

Y para los que queráis venir a verme a mi consulta, debéis saber que la acupuntura auricular es sumamente eficaz para tratar los sofocos, el nerviosismo y la ansiedad por la comida .